Fably no nació en una sala de juntas; fue concebido en el corazón de un hogar. Como padres cristianos con niños pequeños, nos preocupaba cada vez más el contenido al que nuestros hijos estaban expuestos a través de los medios de comunicación tradicionales. La implacable marea de campañas contravalores, incluso en el entretenimiento infantil, nos hacía sentir incómodos con el tiempo de pantalla.

Al igual que muchos de ustedes, anhelábamos un espacio digital seguro y enriquecedor para nuestros pequeños. Queríamos un lugar donde pudieran aprender, crecer y explorar sin comprometer nuestros valores. Este deseo compartido entre nuestro círculo de amigos encendió la chispa que se convertiría en Fably.

Nos propusimos crear un mundo donde la imaginación se encuentra con la fe, un lugar lleno de historias cautivadoras y entretenimiento saludable. Un santuario donde los niños puedan reír, aprender y desarrollar una sólida brújula moral. Fably es más que una aplicación; es un testimonio de nuestra creencia en el poder de la narración para moldear las mentes jóvenes.

Gracias por ser parte de nuestro viaje.